Touring: Calima-Restrepo

Nuestra primera rodada con Motos por Colombia

Era domingo por la mañana, aun en la cama mi esposa me mira y me dice, “quiero salir a rodar”, a lo que lo que yo le contesto con una sonrisota en mi cara “Claro, vamos a conocer el grupo de Motos Por Colombia, que hoy saldrán a rodar para el lago Calima”.

Nos levantamos enérgicos, nos alistamos, le hice un chequeo pre-rodada a Saphira (nuestra Tenere 660), le lubriqué la cadena, le revisé nivel de aceite, nos pusimos nuestra segunda piel “nuestros trajes de motociclistas” y partimos rumbo al punto de encuentro con Motos por Colombia.

Mientras nos dirigíamos a aquel punto, se me iban cruzando por la cabeza miles de preguntas, tales como: ¿Qué tal será el grupo?, ¿Sí estarán allí? ¿Qué tal que seamos lo únicos?, ¿Serán buenas personas? Entre otras jejejeje…

Y bueno luego de cruzar la ciudad de Cali, arribamos al punto de encuentro, y lo primero que divisamos fue la linda KLR negra de nuestro amigo, el cual nos saludaba con la mano en alto. Me sentí ya más tranquilo al darme cuenta que no seriamos los únicos, Jajajaja. Saludamos y poco a poco pero rápidamente fueron llegando los integrantes de Motos por Colombia.

Pero resulta que algunas personas de Motos por Colombia ya eran mis amigos, el ambiente era cada vez más ameno y agradable. Se hizo la reunión con todos los pilotos y rápidamente nos dieron las indicaciones de rodada en grupo, nos pusimos nuestros cascos, todos a sus motos y partimos rumbo al norte.

Íbamos rodando por la carretera panorama entre la ciudad de Cali y Media Canoa; esta carretera en su recorrido va dibujando la base de la cordillera occidental de nuestro hermoso país Colombia.

Al frente liderando el grupo iba una GS 1200, escoltada por la KLR, seguida por una hermosa Harley-Davidson color Vinotinto que por cierto se veía espectacular, y allí íbamos nosotros sobre nuestra poderosa Saphira y detrás de nosotros el resto del grupo, compuesto por motocicletas de gran cilindrada y todas espectaculares (siento no describirlas mejor pero es que iban atrás nuestro, jajajaja).

Esta sensación de ir rodando con hermanos moteros “porque no importa que no nos conociéramos” al ser motociclistas nos sentimos como hermanos y como si nos conociéramos desde siempre. Bueno esta sensación es indescriptible, es algo que solo los moteros podemos sentir mas no describir, y sí, íbamos allí devorando kilómetro tras kilómetro, curva tras curva, cuando en un instante vi como la Harley-Davidson delante de nosotros hace un pequeño flaneo de pérdida del grip en sus llantas, pero rápidamente retoma el control; y en ese mismo instante que pensaba qué le pudo pasar, sentí exactamente lo mismo: Saphira en plena curva pierde levemente el grip de sus dos ruedas sintiendo como se me subieron las #$%&$ a la garganta, pero también retomé el control, “puff menos mal”. Analizando el estado de la carretera, nos dimos cuenta que los culpables de esos sustos, eran unas rayas de unos 10 cm de ancho, de material deslizante como lo es el asfalto que utilizan para tapar las grietas en la carretera.

Continuamos la ruta, luego de unos 50 km nos desviamos a la izquierda, trepando la cordillera que veníamos bordeando. En ese instante se sintió el cambio de ritmo del grupo, ya que la carretera pasó de ser plan, a convertirse en una sinuosa subida con curvas de gran exigencia, donde se ponían a prueba todos los ponys de nuestras máquinas, nuestra destreza como pilotos y claro también la destreza de nuestras hermosas copilotos.

Devoramos otros 50 km y entramos al pueblo Darién, bordeando el Lago Calima, que por cierto, la fuerte temporada de verano que azota nuestra región, ha hecho descender el nivel del agua una gran cantidad de metros (ya es preocupante).

Bordeamos por unos cuantos kilómetros el lago y nos detuvimos donde El Pirata de los Vientos a las orillas del lago, donde almorzamos y tuvimos una gran conversación con todos los integrantes de Motos por Colombia.

Katherine y yo tuvimos la fortuna de compartir la mesa con todos los demás, dándonos cuenta de la calidad de persona que son todos; amables, tranquilos, sorprendentes y sobretodo amantes de las motos. Nos hicieron sentir muy bien, nos preguntaron mucho sobre nuestras locas aventuras en moto y por nuestro nuevo proyecto de darle la vuelta al mundo.

Luego de almorzar, continuamos nuestro camino, salimos del lago Calima y nos detuvimos sobre la represa (Tableros), desde donde se podía divisar el lago. Éramos alrededor de 14 motos, pero de un momento a otro arribaron unas 8 motos más, de un grupo de motociclistas ingleses que venían con El Profe y Santi, y quien nos viera parecíamos amigos de toda la vida (el mundo del motociclismo es genial).

Seguimos al alto de Calima donde nos sirvieron Brownie con tinto. Luego de una amena charla con superbikers de Armenia, nuestras copilotas eligieron la vía Restrepo – Pavas – La Cumbre, para el regreso a casa, una ruta de curvas muy cerradas y mucho ripio en el asfalto, pero de recompensa unos paisajes montañosos hermosos y espectaculares.

Luego de unos 60 km llegamos a “La Cumbre” un poblado a unos 1500 msnm lo que hace que tenga un clima muy agradable. Allí nos detuvimos, charlamos un rato y nos despedimos, no sin antes darles las gracias a todos por tan excelente rodada y sobretodo en compañía de unas gratas personas como los son todos.

Muchas gracias a Motos por Colombia por invitarnos a rodar.

Hasta la próxima,

Katherine, Jorge y Saphira Klaps

Published by

admin-mxc

Colectivo de amantes de las motos Touring y Maxi-TRAIL