LOS MÍSTERES DE LAS MINAS GÄRTNER, ALVARO
Sinopsis
La gran puerta de entrada de los mineros extranjeros a los yacimientos auríferos y argentíferos de Marmato y Supía la abrió la necesidad de financiar la guerra de Independencia. Los gobernantes de la recién creada República de Colombia vieron en esos minerales una fuente de financiación y para obtener préstamos las entregaron en arrendamiento y las vendieron a los ingleses, seculares enemigos del español, siempre dispuestos a prestar dinero para combatirlo. Por esa causa, hacia 1827 el metalurgista francés Juan Bautista Boussingault trajo centenar y medio de mineros oriundos de la localidad inglesa de Cornwalles a trabajar en las minas de Marmato y en las aguas del río Supía. Luego vino más gente de toda clase y condición.
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El cementerio de los Gärtner
«El alemán luterano George Heinrich Friedrich Gärtner llegó en 1846 contratado por la concesión de las minas en Marmato. Murió en 1886 y fue enterrado en el cementerio público, pero en 1899, el cura párroco, fanático religioso y adversario político de los Gärtner, se opuso a que los restos de un luterano alemán continuaran descansando por siempre en el camposanto del pueblo, y les concedió a sus hijos 24 horas para exhumarlos, bajo la amenaza de que si sus órdenes eran desatendidas, él mismo lo haría y procedería a botarlos en el basurero público. (Un repugnante proceder francamente anticristiano).
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El municipio de Riosucio, fue fundado en 1819 por los sacerdotes españoles José Bonifacio Bonafont y José Ramón Bueno. En realidad se trataba de dos parroquias, cada una con su respectivo templo y no muy lejos la una de la otra tan enemistadas tal que las separaba una cerca a todo lo largo del camino real.
Templo San Sabastian de Quiebralomo:
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Teatro tipo Shakespeariano del Sr Proceso Puerta que se inaugura con la Opera El Trovador en 1916 por la compañia Mancini, hoy en día convertido en un conventillo.